viernes, 29 de mayo de 2009
By Galatea
jueves, 28 de mayo de 2009
Para redactar un análisis critico de la mega-exp. comenzaremos el camino con la causa primera ¿que es la mega exposición? Organizada desde el ministerio de Cultura, la mega consta de la presentación a nivel nacional de exposiciones, donde se reafirma la corriente cultural contemporánea del nuevo siglo que nos impregna, la finalidad transmitir publico general el movimiento cultural venezolano que se inicio el 17 de abril con fecha de cierre 24 de julio de 2005.
En ésta su segunda aparición, ante los ojos del publico, se presenta la mega exposición del siglo XXI, Homenaje a Jesús Soto, maestro cinético del arte venezolano, despidiéndose del mundo sustancial en enero de este año, reuniendo la participación de aproximadamente 3.819 Obras de 2.258 artistas de toda Venezuela para ser presentados en las galerías y museos más importantes de cada ciudad.
En lo que a la ciudad Mérida refiere este año sufrió momentáneamente, por la gerarquizacion artística centralista, una parcial incertidumbre la apertura de la Mega exposición II en Tovar municipio del estado Mérida; esta decisión se vio truncada por la tragedia acontecida en el valle de Mocotíes además de las reiteradas conversaciones entre los directivos Museo de Arte Moderno Juan Astorga Anta y las elites culturales que tomarían a este museo como sede principal en el estado siendo Carolina Valecillos la coordinadora regional de la mega II.
El aspecto organizativo de la mega en Mérida se distribuyo en las tres salas del M.A.M.J.A.A. dando libertad a los artistas para deleitar al publico asistente a las salas con la verdad intrínseca en el arte. Salas donde la principal previsión es el deleite ante las múltiples caras que el arte contemporáneo nos ofrece: la escultura de bulto y ensamblajes, pinturas, fotografías e instalaciones reinaron ante los ojos espectadores alegrías y placeres además de reflexiones y estímulos que solo el arte entiende y puede crear.
La museografía y la curaduría a cargo de Marlene Torres y Rosa Moreno R. afirmo los juicios de la exposición en una atmósfera antropológica o mejor dicho la proporción griega de las medidas con dimensión al hombre tomando los criterios artísticos en una relación socio-cultural identificando así las obras y su entorno, la distribución de las obras en relación a la curaduría demostró un equilibrio de escalas estilos y colores como norte el contraste de los diversos estilos pictóricos retratos, collage, abstraccionismo lírico, ensamblajes en distintos materiales que la modernidad permite, como lo es el hueso y materiales artísticos de técnicas mixtas proponiendo un mestizaje contemporáneo en cada una de las salas; desde expresión poética de una fotografía en la hasta el recóndito protagonista de las ideas políticas y condiciones sociales de la Inglaterra medieval, Robin Hood (Trasladado gracias al ensamblaje de Haggeo Monasterio), en la cosmogonía del campeonato de lanzamiento de flecha, rigieron las híbridas líneas estéticas dedicadas al ser latinoamericano y a la vanguardia llamada “identidad”.
La dimensionalidad de la sala 2 extendiendo universos de color desde verdes en contraste y combinación junto estruendosos espacios de color intenso, obra titulada Intermesso realizada por Maria Uzcategui R., Estos vaivenes encontrados en las relatividades que descansan en el cuestionamiento infinitesimal de las partículas monadologicas, que según leibniz, el Universo armonioso es recogido en la multiplicidad de un plan divino, atestiguando así sobre los artistas encontrados en esta sala el plan eterno de la diversidad de pensamientos y verdades que componen nuestro absoluto entorno.
La diversidad atestiguada en los 58 artistas presentes dentro de la Mega emeritense distribuye el objeto de reafirmar que el pueblo es la cultura, la necesidad del gobierno nacional de tratar de esparcir la educación; la de organización o quizás el desinterés del publico hacia este museo se forma en una contradicción que no escapa a la vista de ninguna persona, el desequilibrio en las constantes y efímeras directivas, que rozan el museo como una estrella fugaz, desestabiliza las acciones de bombardeo cultural dentro de la ciudad, cayendo en la monotonía y la salvedad futurista planteada por Marinetti:
“Como queremos contribuir a la necesaria renovación de todas las expresiones de arte, declaramos la guerra, resueltamente, a todos los artistas y a todas las instituciones que, aun camuflándose so capa de una falsa modernidad, siguen atascados en la tradición, en el academicismo y, sobre todo, en una repugnante pereza cerebral”
Ésta visión de un nuevo renacer museístico en Mérida dependerá de una lucha para incentivar la cultura dentro de la atmósfera de la ciudad, las nuevas voces escuchadas por la innovación de los tiempos tendrán como objetivo general revalorizar las maniobras de publicidad y actualizar los métodos para reconquistar esa parte del arte, que se mantiene inactivo en la sociedad emeritense.
lunes, 25 de mayo de 2009
Escritos

Yo Mario... saltaplaneta, 1966
0,00 x 82 x 15 cm
Colección Fundación Galería de Arte Nacional
Mario Abreu
La obra encontrada
Este párrafo previo pretende aclarar la posición recreativa de lo que a continuación encontraran en las próximas líneas pues es un relato fabulado de lo que podríamos llamar una autentificación de una obra, por ende la ficción que predomina en el texto combinado, con los datos históricos y apuntes estéticos sobre la obra a investigar, realizada por el artista Venezolano Mario Abreu, que estará sujeta a modificaciones que bordan la ficción y la realidad (lo repito para evitar el asombro).
El Ojo de Dios, una obra que fue donada por el artista Mario Abreu, al Museo de Arte Moderno Juan Astorga Anta, a solo un año de su creación se reporto extraviada a la ciudad donde residía el museo. Mérida, conocida por sus picos de asombrosa altura y sus nieves eternas, alojaba un dinamismo estudiantil en constante movimiento y contacto, pues en sus suaves mesetas descansaba la segunda casa de estudios superiores más antigua de Venezuela, la Universidad de Los Andes. Este contacto de información, basados en libros, en escritos y en los chismes, dispersó por toda la ciudad una interrogante decisiva en relación a la obra extraviada.
Muchos lanzaron hipótesis al aire en relación con la perdida del patrimonio cultural, sobre el descuido de las autoridades, y otros hablaron de la ascensión de la obra a los cielos pues como Ojo de Dios resucitaría a los 3 días y seria beatificado y sentado al lado del otro ojo. Los estudiantes divagaban en miles y miles de explicaciones, pero éstas estancadas se hundían en el lodo del olvido. Mientras, un personaje intentaba nadar más aya de la orilla adentrándose en el océano del conocimiento para descifrar o por lo menos salir de la habladuría del estudiantado, que cada vez se tornaba más insoportable.
Santiago Delgado, es el nombre de éste personaje, que intentaría pasar el canal de la incertidumbre nadando como un fiero delfín. Su primer paso investigar la obra en su creador, Mario Abreu, el origen, el padre de "El Ojo de Dios", el sismo, el brujo. Entre libros se entrego días y noches (bueno en realidad fueron 3 días) y logro localizar a éste artista.
Incluido dentro del taller libre de Arte, creado en 1948, alojo dentro de la creación artística venezolana, a Mario Abreu, joven de Turmero Estado Aragua, en 1919. Su niñez transcurre entre la pulpería en la cual trabaja y las fiestas populares de su pueblo, descubriendo en su interior una innata facilidad para el dibujo, tomando como referencias las caricaturas de Leoncio Martínez.
La experiencia recogida en el Taller le hizo posible viajar a Europa para recolectar ese conocimiento tan deseado, conocer las obras de los grandes artistas de la pintura universal extendiendo su influencia contemporánea y lo que emergía en las artes durante diez años en la Cuidad de las Luces.
El regreso de Mario Abreu a Venezuela, en 1961, ampliaría la mirada del artista en el desarrollo encontrado, tratando de comprender a una nación en adaptación a la modernidad, reinante en el gobierno de Rómulo Gallegos, tanto arquitectónicamente como en el funcionamiento de la misma.
Con el norte a disposición en sus propósitos artísticos, Abreu manejaba un lenguaje estético, tomando en cuenta el nuevo sentido de la vida y el convencimiento de tener el sentido exacto de las cosas, de la responsabilidad del hombre frente a su tiempo y la importancia de la labor cumplida por más modesta que esta sea. El libro se cerro.
Santiago, empapado de la lectura y de todo lo investigado salío corriendo de la sala a fumarse un cigarro. Terminado el vicio, prosiguió en su investigación. Segundo paso reconocer la obra y establecerla en un periodo del artista. Soluciono buscar los materiales que conformaban la obra en cuestión además de establecer relación con los comentarios omitidos por el artista. 1961 marcaría la cronología a seguir. El libro se abre. Santiago relaciona la primera información, Los Objetos Mágicos “El objeto surge de la propia naturaleza del cuadro de caballete y el soporte bidimensional empieza a ser sustituido por pequeñas cajas de madera de forma esférica y cuadrangular a las que incorpora un ensamblaje de objetos rescatados al azar” (Da Antonio, 1980: 248).
Estos objetos escolásticos (artefactos comunes) fueron transformados en cámaras para la idolatría y la fe, la oración estética de Mario Abreu, el brujo de Turmero, trastoco las artes plásticas con la hibridación entre la pintura y el collage (técnica aplicada por los cubistas Braque y Picasso ) o como es llamado por los teóricos ensamblaje. Cajones llenos de la cotidianidad que brincan de un concepto a otro. Abreu, con los objetos se propone mostrar la evidencia de la magia para animar los objetos, redescubriendo así la esencia del ser latinoamericano que en el plano de las realizaciones plásticas se materializan en sus pinturas y los objetos denominados mágicos.
Ya con esta información Santiago tenia un piso teórico consultado y sabia de la practica artística de Mario Abreu y específicamente de los Objetos Mágicos.
Santiago, estudiante caraqueño interesado por la cotidianidad merideña, fue invitado por unos locales (merideños) a unas fiestas en Lagunillas en honor a San Isidro. El día llego y a las fiestas fue a parar Santiago, los compañeros realizaban un trabajo para una materia dictada en la facultad y Santiago sin ninguna ocupación rondo con sus amigos por todo el pueblo, conociendo la peculiaridad del ritual nunca antes visto relacionando esta expresión de fe y concepción mágica con los Objetos Mágicos y en si El Ojo de Dios.
Caminando por las calles la sorpresa asombro a Santiago. En unas de las casas donde sus compañeros realizaban encuestas y entrevistas, observo en un rincón de la sala, al lado del altar, una caja de fondo negro que contenía simbolizado en su interior un ojo.
Recordando su investigación algo en su interior se removió con tal impresión que comenzó a anotar los rasgos característicos del Objeto. Escribió: este se presenta en un cajón de fondo negro con minúsculos puntos blancos, definido en blanco representa minúsculos círculos que forman una circunferencia ovoidal; alusivas al rostro cósmico, pensó en ese momento Santiago; en la parte inferior descansan líneas que conforman un rombo picado en el nivel inferior por tres figuras triangulares, en el interior de estas líneas encontramos tres objetos que insertos en una base blanca parecen retocados con pintura, superior a ésta, encontramos un rombo horizontal definido por pequeñas circunferencias y en su interior encontró una circunferencia que en su interior llevaba las siglas M. ABREU. Sin lugar a dudas, pensó inmediatamente Santiago un firma que identificaba a la obra como un Objeto Mágico, la preguntas recorrieron su cabeza ¿será una replica?. Y continuo anotando: en el nivel superior reposa otro rombo que desde sus extremos hasta el centro se encuentra decorado con líneas que se unen en una circunferencia que sostiene un ojo al parecer de muñeca que se encuentra alojado dentro de una resina rojiza, a su vez termina con una corona de color blanco. También denoto en la esquina inferior izquierda la firma que claramente expresaba M Abreu Paris 61( en letra corrida).
Una vez con estos datos Santiago aclaro muchas de sus dudas. El día siguiente, día de actividad pues su misión consistía en autentificar la obra: luego del estudio descriptivo de la obra busco semejanza entre obras también realizadas por el artista, se topo con Yo Mario el Salta Planeta. A continuación
Obra que contiene una especial similitud con El Ojo de Dios, pues la técnica del ensamblaje era evidente en la utilización. El ensamblaje es una forma plástica compuesta de objetos “encontrados” arreglados de tal manera que crean una sola obra. Los objetos que se juntan pueden ser orgánicos o manufacturados por el hombre, todo califica para ser incluido en un ensamblaje: pedazos de madera, piedras, zapatos viejos, latas, llantas de coche, fotografías, partes de computadora, etcétera. Generalmente se usan objetos comunes o fragmentos de ellos para crear una composición abstracta. Cada objeto se puede interpretar por separado, pero forman parte de un todo integrado. El ensamblaje reúne muchas veces escultura y pintura. La naturaleza y composición de este arte es similar al collage, aunque éste se define como bidimensional y el ensamblaje es tridimensional.
El origen de la palabra “ensamblaje” (en el sentido artístico) puede ser rastreada hacia el inicio de los años cincuenta, cuando Jean Dubuffet creó una serie de collages con alas de mariposa que tituló assemblages d'empreintes. Dubuffet no fue el artista de ensamblaje más temprano, pues tanto Marcel Duchamp como Pablo Picasso habían trabajado con objetos encontrados anteriormente. La obra de Duchamp, máximo representante del movimiento dadaísta, es fundamental para la escultura contemporánea, ya que exaltó objetos del quehacer diario como obras de arte. También dadaísta, Man Ray abrió el camino para el ensamblaje cuando creó una serie de esculturas que llamó “Objetos de mi afecto”, en la que destaca Le Cadeau (El regalo) que consiste en una plancha con clavos en su base. Cerro la pagina.
Una característica a favor de Santiago se dejaba ver en la definición de ensamblaje que encontró en la Web. Su acercamiento con la obra ese día afirmaba su investigación además de la corazonada que guardaba en su interior con respecto a que esta obra se encontraba extraviada, revisando imágenes del artista encontró series de objetos que pertenecían a la colección de Mario Abreu. El hijo de Mandrake, obra que le llamaría la atención de santiago, realizada 1977, está realizada a partir de las cajas de refrescos, las cuales desmontan en ambas. la cuadrícula interior para pintarlas totalmente de negro. A partir de allí, comienza a elaborar sus escenarios misteriosos, que refieren a los altares de brujería o los viejos baúles, en donde se depositan aquellos objetos sin uso, pero necesarios mantener como parte de una historia fragmentada, pero que poseen intrínsicamente una continuidad perfectamente estructurada con un comienzo y un fin.
En El hijo de Mandrake, encontramos trozos de madera, semillas de un rojo intenso, trozos de cuerda, un calzador, que rodean una fantasmal figura humana, cuyo cuerpo es un candelabro tallado de madera, y su tórax, restos de un juego didáctico sobre el cuerpo humano, colocado a la inversa. Sobre él descansa directamente una pequeña cabeza de muñeco, alguna vez hermosa, que se cubre con un sombrero hecho de una tapa cualquiera. A los lados de esta nueva configuración del ser humano, una orquídea y un velón con incrustaciones de cobre, dan punto final a la composición.
Estas características que enlazan la obra de Mario Abreu atribuyeron más puntos a favor de Santiago que en cada brazada se acercaba más al misterio de la obra. La utilización de materiales informales para la construcción de las obras crean en su forma un puente que las relaciona con un autor en especial El Ojo de Dios, Yo Mario el Saltaplaneta y el Hijo de Mandrake, coleccionan en su causa intrínseca la necesidad de romper con las viejas santerías que según Mario Abreu, fueron desvalorizadas por la cinematografía.
Santiago, con un ultima pregunta, se acerco a lagunillas de nuevo pero esta vez con una incógnita diferente ¿Cómo había llegado al obra al pueblo? Después que ubicara a la casa donde se alojaba la obra y consecuentemente a su dueña entablo una conversación con la doña, ésta explicaría a santiago que el objeto fue adquirido por un borracho que lo encontró a orillas de un choque entre un camión de seguridad y una buseta, y pues en su borrachera lo dejaría como ofrenda en el altar de San Isidro.
Solucionadas las incógnitas, Santiago informaría a las autoridades culturales de Mérida sobre la reubicación de la obra, luego fue trasladada al museo al museo donde días siguientes fue expuesta como una Obra de Arte y no como un santuario de la fe.
Fuentes
- Calzadilla, J. (1995), El Museo de Arte Moderno Juan Astorga Anta: La Colección, CONAC: Mérida.
- CALZADILLA, Juan.(1989) El ojo que pasa, Caracas, Monte Avila Editores.
· DA ANTONlO, Francisco. "Mario Abreu en la Galería Universitaria de Arte. Parte I". En El Universal, Caracas. 6 de noviembre de 1977